Lee Walton es un artista norteamericano que, tras comprobar la adicción de su hija de siete años al juego Angry Birds, decidió trasladarlo al terreno del arte creando Poached Eggs: The Angry Bird Series.
Son obras en carboncillo sobre papel que estos días se pueden ver en la Kraushaar Galleries de Nueva York.
Con ello, la influencia cultural y social de Angry Birds se extiende mucho más allá del simple entretenimiento. Quizá llegue un momento en que nos daremos cuenta que el diseño digital, ya sea en juegos, webs o cualquier otro producto, también debería ser considerado arte, incluso antes de pasar por el filtro artístico de un creador reconocido.