
Las sirenas anti-aéreas (air-raid sirens) se diseñaron durante la Segunda Guerra Mundial para avisar a la población civil de la inminencia de bombardeos y ataques aéreos. Luego fueron adaptadas como señal de alarma de ataques nucleares y de fenómenos naturales como tornados. Muchos países del mundo utilizan sirenas hoy en día, como China, Israel, India, Corea del Sur, Bélgica, Francia, Holanda, etc.
Quienes hayan visitado, por ejemplo, estos tres últimos países europeos, habrán podido oirlas ya que se prueban regularmente. Las belgas el primer jueves de cada trimestre, las francesas cada primer miércoles de mes, y las holandesas cada primer lunes de mes (en este caso es posible confundirlas con la prueba de las sirenas que alertan de la rotura de diques, y que también se prueban regularmente).
Existe un modelo de sirena que ya se ha convertido en mítico, por su tamaño (más o menos el de un coche), y porque es tan potente que se dice podía encender fuegos por la vibración tan intensa de su sonido y transformar la niebla en lluvía.

Se trata de la Chrysler Air Raid Siren, también conocida como Victory Siren, que con sus 138 decibelios podía emitir una señal a una distancia de 3 kilómetros. Bajo condiciones meteorológicas favorables su sonido podía ser oído hasta 48-80 kilómetros de distancia.
Fue desarrollada durante la Guerra Fría en los Estados Unidos, entre 1952 y 1957, para ser usada como alarma anti-nuclear en previsión de ataques soviéticos. Contaba con seis bocinas de casi un metro de largo y eran montadas en torres y edificios de altura considerable. Principalmente porque sus 138 decibelios sobrepasaban el umbral del dolor, que está establecido en 130 decibelios, y por ello debían estar lo más alejadas posible del suelo.
En comparación las sirenas más potentes actualmente producen unos 127 decibelios a 60 metros, mientras que la Victory emitía 138 decibelios a 30 metros. Eso es practicamente el doble, teniendo en cuenta que el sonido de una sirena de este tipo pierde 10 decibelios cada vez que se duplica la distancia.
Las sirenas Chrysler Aid Raid comenzaron a ser retiradas en la década de 1970, pero en algunos casos el coste de retirarlas no compesaba y muchas quedaron instaladas en sus lugares originales. Así, todavía existen algunas en ciudades norteamericanas como Greenville, Kansas City, Seattle o Rochester. El resto se pueden contemplar en museos y colecciones privadas.
La sirena anti-aérea que convertía la niebla en lluvia se publicó en LBV Magazine