
Ya hemos visto aquí anteriormente lagos de aguas azules, turquesas, negras e incluso rosas. Es el turno para el color verde. Pero ojo, porque el sitio del que vamos a hablar, pese a una incuestionable belleza que bastaría para reseñarlo por sí mismo, forma parte de un fenómeno mucho más grande y de resonancias algo siniestras.
Hay que trasladarse hasta el otro extremo del mundo, a una región de la Isla Norte de Nueva Zelanda llamada Waikato. En ella se ubica una zona volcánica que se conoce como Taupo, nombre que toma de la caldera inundada del mayor volcán local. Es otra caldera, Wai-O-Tapu, que en maorí significa Agua Sagrada, el escenario de un auténtico espectáculo natural de quince mil años de antigüedad y compuesto por una sucesión de cráteres, lagos, fumarolas, géiseres, terrazas de cuarzo y piscinas de lodo que se extienden por unos ocho kilómetros.

No es el único punto de intensa actividad geotérmica, ya que hay otros como Te Puia o Waimangui, por ejemplo. Pero quizá sea Wai-O-Tapu el más turístico por ser el más grande y presentar una imagen maravillosa desde una perspectiva cromática, aunque de olor hediondo por las emanaciones de azufre.
Un paseo por los alrededores de ese extraño paisaje lleva a disfrutar, sobre todo, de las piscinas de barro hirviente y el géiser Lady Knox. Entrando ya al recinto, hay que destacar el Devil’s Home; en efecto, parece que el mismo Satanás hubiera elegido un sitio así para instalarse si atendemos a la iconografía clásica del Infierno. Este Hogar del Diablo es un cráter de paredes ligeramente amarillentas por los cristales que forma el azufre gaseoso al enfriar.

No es el único porque a continuación aparecen el Rainbow (donde el Arco Iris de su nombre obedece a más variedad de cristales), el Thunder (que significa Trueno y que se formó a finales de los años cincuenta; joven, pues la mayoría tienen nueve siglos), el Artist’s Palette (Paleta del Artista, adivinen por qué), el Inferno (éste no es necesario traducirlo), el Bird’s Nest (Nido del Pájaro) y el Sulfur Cave (Cueva de Sulfuro).

Otros son más pequeños y serían más bien pozos de lodo, como los Devil’s Ink Posts o Tinteros del Diablo. Pero uno de los rincones más emblemáticos es la Champagne Pool o Piscina de Champán, de sesenta metros de diámetro por otros tantos de profundidad y cuyas humeantes aguas, que alcanzan los setenta grados, contienen componentes tan variopintos como oro, plata, mercurio, azufre, arsénico, talio, antimonio o estibina. Hay más piscinas de diversos tamaños, como la Opal o la Oyster, así como unas cascadas que salen del lago Ngakoro o las Bridal Veil Falls, al final de las terrazas de cuarzo.

Ahora bien, probablemente la atención de las cámaras se concentre en Devil’s Bath o Baño del Diablo. Si el personaje de los cuernos, rabo y tridente tiene en Wai-O-Tapu su morada y sus tinteros, no sería sorprendente verlo haciendo sus abluciones a base de arsénico; es lo que pasa en Devil’s Bath, esa masa de agua verde a la que nos referíamos al principio.
Más información: Wai-O-Tapu
Wai-O-Tapu, la belleza infernal de la morada del Diablo se publicó en LBV Magazine