
Fue Winston Churchill quien acuñó el nombre de Telón de Acero para designar a la línea fronteriza que separaba los países comunistas del Este del Europa del resto del continente durante la Guerra Fría. Ahora, esa misma línea fronteriza se ha convertido en la ruta del denominado Cinturón Verde Europeo.
Y es que durante los más de 40 años transcurridos desde el fin de la Segunda Guerra Mundial hasta la desaparición de la Unión Soviética, esas fronteras fueron fortificadas con torres, alambradas y muros, en ocasiones dejando una considerable extensión de tierra por el medio de varios kilómetros de ancho. Esta franja deshabitada se convirtió en refugio para muchas especies de aves, animales y plantas, algunas de ellas ciertamente poco comunes.
La riqueza de esta zona ya llamó la atención de los ecologistas e investigadores mucho antes de la caída del Telón. Existen estudios, como el de la organización alemana Amigos de la Tierra, que en 1979 encontró que un buen número de especies en peligro de extinción anidaban allí, como el alcaudón rojo.

De modo que justo un mes después de la apertura del muro de Berlín, el 9 de diciembre de 1989, grupos ecologistas de las dos Alemanias se reunieron para firmar un acuerdo de protección de este cinturón verde. Habría que esperar hasta 2003 para que la primera conferencia sobre el asunto en Bonn tomase caracter paneuropeo.
En la actualidad el Cinturón Verde Europeo es una iniciativa bajo el patronazgo de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza y Mikhail Gorbachev. Su misión no es solo la protección de la naturaleza sino también mantener la zona como recordatorio de la inhumanidad de las fronteras. Por ello se conservan las fortificaciones, torres de vigilancia, zanjas, y puestos de control, como advertencia para las generaciones futuras.

El Cinturón Verde Europeo, nombre que se aplica tanto a la iniciativa que lo puso en marcha como al corredor en sí mismo, comienza en la frontera ruso-noruega, luego desciende por la costa bática hacia Alemania, atraviesa la frontera austro-húngara y se interna en los Balcanes siguiendo la frontera ex-Yugoslava( que aunque comunista no formaba parte del bloque del Este) para detenerse a lo largo de la griega.
Más recientemente surgió una nueva iniciativa llamada Iron Curtain Trail (también conocida como EuroVelo 13), que es una ruta ciclista y de senderismo de larga distancia que utiliza el Cinturón Verde. Comienza en la ciudad noruega de Kirkenes, en el mar de Barents, y finaliza en Tsarevo, Bulgaria, en el Mar Negro.


El sendero todavía está en construcción, muchas de sus partes están completas, pero se espera terminarlo para 2020. Tendrá una longitud de 7.650 kilómetros y atravesará 24 países.
El antiguo Telón de Acero es ahora un cinturón verde y un recuerdo a la inhumanidad de las fronteras se publicó en LBV Magazine