El 13 de enero de 1842, los soldados que estaban de guardia en la guarnición británica de Jalalabad (actual Afganistán) asistieron a una insólita escena: un jinete con la cabeza ensangrentada, montado sobre un caballo renqueante de puro agotamiento (de hecho murió minutos después), llegaba hasta las murallas llevando aún en la mano su sable […]
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