El número de diciembre de la revista National Geographic (en papel, no on line) publica, en su sección Hoy, un curioso artículo titulado Made in China y dedicado a los palillos que se usan tradicionalmente en la mayor parte de Oriente para comer.
Utilizando datos facilitados por Greenpeace, se explica que China es el mayor productor de estos peculiares cubiertos, con 57.000 millones de pares al año, aunque en el ranking de consumidores gana Japón seguido de Corea y, sorpresa, EEUU; cosas de la globalización.
El problema es que los palillos, en su versión básica, son desechables y están hechos de madera, calculándose que cada día se tala en el país medio kilómetro cuadrado de bosque para obtener materia prima. Eso significa 1,6 millones de metros cúbicos de madera anuales.
El problema es evidente y no sólo por la deforestación sino porque ponerle límites significaría dejar sin trabajo a mucha gente: más de 100.000 personas viven de su fabricación. ¿Cómo solucionarlo? Limpiar y reutilizar los palillos no parece realista con lo baratos que son, mientras que fabricarlos de plástico es arreglar un problema ecológico para crear otro.
Los palillos de madera y la deforestación de China se publicó originalmente en La Brujula Verde.