James Bond ha cumplido cincuenta años este 2015. Medio siglo que llevamos disfrutando con las aventuras del agente secreto más improbable pero, a la vez, divertido y glamouroso del M16, el servicio secreto británico que le reclutó cuando era capitán de fragata y le asignó su famoso número 007, en el que los dos primeros dígitos indican que tiene licencia para matar.
Creado por el escritor Ian Fleming, que también había sido espía durante la Segunda Guerra Mundial, el personaje obtuvo éxito suficiente como para ser adaptado, primero a la televisión a cargo del actor Barry Nelson y luego al cine, encarnado por un entonces desconocido Sean Connery. El actor escocés consiguió convertirse en el James Bond por excelencia, al margen de que unos prefieran ésta o aquélla película. Pero pasaron los años, Connery perdió pelo e interés y la propia saga decayó un tanto, de manera que se intentó motivar a una nueva generación de bondmaníacos contratando a un nuevo intérprete.
Fue el modelo australiano George Lazenby, que pese a protagonizar uno de los mejores filmes de la serie no triunfó y, con un efímero regreso de Connery para dar tiempo a buscar un sustituto, terminó dejando el puesto a Roger Moore, por entonces muy popular en el papel de El Santo televisivo. Moore le dio a 007 un toque cómico muy acorde con la época pero tras siete películas también le llegó la hora de jubilarse. Antes, Sean Connery había hecho una nueva incursión como 007 con peluquín y todo.
El relevo lo tomó Timothy Dalton, actor de prestigio que, sin embargo, resultó un Bond descafeinado, de transición. Otro triunfador televisivo, Pierce Brosnan, se enfundó el smoking tratando de llevarlo con dignidad pero en un tono demasiado light, lo que llevó a dar un giro más duro a la saga con el actual Daniel Craig. Por el camino habría que apuntar también a David Niven, que interpretó al agente ya jubilado en una comedia sesentera basada en Casino Royal, aprovechando que sus derechos legales no estaban en poder de la productora habitual, Saltzman & Broccoli.
A lo largo de ese medio siglo, el mundo bondiano cinematográfico ha ido pasando trufado de organizaciones criminales (Spectra), personajes secundarios recurrentes (M, Q, Moneypenny, Félix Leiter), carismáticos villanos (el Dr. No, Goldfinger, Blofeld…), bellas chicas Bond (Sylvia Trench, Tracy di Vicenzo, Dominó, May Day…), artilugios fantásticos (el Aston Martin mortífero, el Lotus Esprit submarino, el helicóptero monovolumen Little Nellie…), escondites fabulosos (Piz Gloria, Atlantis, Stealth Ship), países exóticos (Jamaica, Japón, Grecia, India…) y, sobre todo, los famosos y trepidantes teaser introductorios a cada filme.
Pues bien, todo ello se concentra ahora en una exposición para celebrar el cumpleaños y que el público lo vea en vivo. Será en el Centro Cultural de la Villa Fernán Gómez hasta el 30 de agosto, en un evento que lleva por título Diseñando 007: cincuenta años de estilo Bond y llegó a Madrid el pasado mayo tras pasar exitosamente por otras ciudades del mundo como Londres, Toronto, Shanghái, Melbourne, Moscú y Rotterdam. Organizado por el Barbican Center londinense y EON Productions, ofrece al visitante una fascinante colección de piezas variadas procedentes de las películas de James Bond.
Hay guiones, partituras de las bandas sonoras, fotografías originales de rodaje, storyboards, trajes y complementos de vestuario, maquetas, vehículos… Objetos tan icónicos como el sombrero rígido de Odjob (Goldfinger), la pistola de oro que usaba Scaramanga (Christopher Lee en El hombre de la pistola de oro), la dentadura de acero de Jaws (La espía que me amó, Moonraker), el bikini de Halle Berry (Muere otro día), etc.
Más información: Centro Cultural de la Villa Fernán Gómez